Una mirada infantil nos transporta a un universo imaginario de un grupo de mujeres.
Observando las fotos de esas niñas inocentes, vemos que nos devuelven la mirada pidiendo una historia.
Pequeñas redecillas es el nombre de este libro. Es una divertida palabra a medio camino de rencillas y el deseo inconsciente de reconocer la red tejida entre todas nosotras, niñas y mujeres.